Maternidad Obrera Aimara Fernández

En el comedor del hogar me siento frente al mural de ostracones de los partos que comenzaron aquí. Cabeza coronada, cabeza fuera, un túnel. Mi vista se va directo al instrumental dibujado y desglosado en

Father, did you bring me the silver? Father, did you bring me the gold? What did you bring me, dear father Keep me from the gallows pole? El oro se hizo barro en las manos

Estoy en la semana 24 en consulta no prevista, la doctora me vio montando bicicleta y me citó para hoy. Quiere examinarme. Como siempre me hace pasar y emplaza el biombo verde quirúrgico casi transparente

»Que la muerte no me lleve de este mundo tan bonito, que no es de ella, que no es de ella, que no es de ella.» Francis del Río   —¿Qué me trajiste? —Nada, humanidad,

Según un historiador oficial la tierra donde mi hijo nacerá, una vez pudo describirse así: “La posición y las condiciones geográficas de Cuba, la exuberancia de su flora, la variedad y no agresividad de su

No importaba si era antes o después del ardor al mar siempre le sucedía el sermón y un apetito voraz, esa era su consecuencia más directa. Mi abuelo resumía todo lo bueno y lo malo

Podría contarte un poco de antes, de cuando alguien me dijo que este hospital no tenía historia y que era solo borrón y cuenta nueva a partir del 59. Contarte de las leyendas, los espíritus,

Siento como si una semilla roja soplara de mi boca hacia dentro impidiéndome decir una palabra, ni una sola. Dentro de mí se siembra la confusión. Entramos al jardín casi al amanecer, justo antes de